miércoles, 16 de noviembre de 2016

Manolo y el sindrome se stendhal


Manolo y el síndrome de Stendhal


 

   Manolo miró a su alrededor y fijó la  vista en la pared del gran salón, una pared enorme pero vacía, sin decorar, salió de la estancia y fue caminando lentamente por la calle mientras se entretenía leyendo una tarjeta de invitación a una exposición de arte contemporáneo.

“EXPOSCICIÓN DE PINTURA VANGUARDISTA

EXPONE EL ARTISTA: VORIS VÖN MASIVA”

    Ahora con paso firme se dirigió a la sala de exposiciones  que estaba situada muy cerca de allí, fuera de la sala ya se anunciaba el evento con grandes carteles,  entró en ella un poco nervioso, no estaba acostumbrado a visitar este tipo de salas, simplemente quería curiosear y de paso encontrar alguna obra para rellenar la pared de su apartamento.

   Observó las obras, cuadros enormes, cuadros pequeños y alguna escultura que no comprendía que su significado. En toda la sala no había ninguna obra figurativa, solo arte abstracto, no era lo suyo pero de pronto una obra le impactó, se trataba de un cuadro enorme, justo lo que necesitaba para la pared, a ojo de buen cubero sabía que era perfecto para su salón.

   Miró la obra detalladamente, se alejó para contemplar la panorámica general, se acercó para detenerse en los detalles y fue esto precisamente lo que le impactó, tanto que de pronto su rostro palideció, del blanco pasó al amarillo y al revés, comenzó a tambalearse y cayó al suelo. Algunos visitantes al verlo se prestaron a ayudarle, otros comentaban: es el síndrome de Stendhal, es el síndrome de Stendhal…

   Desorientado por completo le ayudaron a  incorporarse y cuando por fin pudo tenerse en pie sin perder el equilibrio, le preguntaron que le había pasado contestó: ¿200.000€?

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